XIV Jornadas OPTIMA LAB: coherencia
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Han sido ocho horas de vuelo para regresar a casa, ocho horas para reflexionar acerca de qué contar (porque hay mucho que contar) sobre las XIV Jornadas de OPTIMA LAB celebradas los pasados días 16, 17 y 18 de diciembre 2019 en Navacerrada (Madrid).
¿Quién soy yo? Te estarás preguntando. Soy Laura, la más reciente incorporación a la red OPTIMA LAB, el nodo número 7. Sin ser en absoluto supersticiosa, me gusta la idea de ser el séptimo nodo, un número con múltiples connotaciones en la cultura popular.
No me gusta hablar de mí misma, prefiero que me conozcas poco a poco. Para lo demás ya están las «Bio’s» de las redes sociales. Si quieres saber qué papel voy a jugar en la red, no te pierdas las próximas crónicas de Marta, David, Jordi, Sergio, Paz y José Miguel.
Dicen que sólo hay una primera vez para causar una primera buena impresión, espero no haber defraudado a nadie. Se verá en las siguientes crónicas. Por mi parte, decir que este primer contacto con los nodos durante las Jornadas ha sido único e irrepetible. Gracias a las fantásticas fotos que nos hizo Iris durante el segundo día se podría hacer un seguimiento de las sensaciones que tuvimos todos sin necesidad de articular palabra, pero ahí van las mías.
Marta aporta la perspectiva antropológica y el pensamiento crítico con una mirada joven —y a la vez madura— que me produce envidia, por qué no decirlo.
David transmite experiencia, serenidad y cercanía, sin renunciar al ingenio y al sentido del humor.
Jordi es la representación de la practicidad conjugada con la pasión, una mezcla explosiva que no te deja de sorprender al ritmo de la coreografía de los 5 pasos de GTD.
Sergio, el hombre sobrio y parco en palabras porque no le hacen falta. Nadie con tan poco dice tanto, convirtiendo lo complejo en sencillo.
Paz, mi contrapunto. Tan diferentes y tan conectadas a tantos niveles, mi tabla en todo momento. Ella lo sabe.
José Miguel, ese hombre del Renacimiento que no cesa en su continuo aprendizaje hacia la excelencia y que no te hace sumar sino que te obliga, sibilinamente, a multiplicar tus conocimientos y habilidades. Le observo y le escucho preguntándome cómo se siente habiendo nacido en una época equivocada, siendo un adelantado a su tiempo.
No sé qué debería haber sentido —ni que se esperaba de mí— en estas mis primeras Jornadas en OPTIMA LAB. Lo cierto es que no pude borrar la sonrisa de mi cara en ningún momento descubriendo que otra manera de trabajar es posible. Tres intensos días de trabajo, aunque lo cierto es que podrían haber durado toda la semana. Me supo a poco a pesar de la intensidad de las mismas, supongo que fruto de mi curiosidad y mi ansia por ponerme al día con la Red.
“Of all the things that can boost emotions, motivation, and perceptions during a workday; the single most important is making progress in meaningful work”, Teresa Amabile.
Podría entrar al detalle de todo lo tratado durante estas Jornadas, pero me quedo con los siete conceptos y/o temas que más útiles me han resultado. El primero, la importancia de la matriz RACI para una gestión más productiva de proyectos y procesos, una sencilla herramienta para obtener claridad.
No menos interesante, el concepto de «ownership», según el cual se nos «invita» a practicar la responsabilidad, el compromiso y la proactividad sobre todos nuestros proyectos pero también el asumir como propios los resultados de los demás. En tercer y cuarto lugar, la insaciable búsqueda de la excelencia y efectividad según los estándares de la red y de la consultoría artesana.
El aprendizaje a partir de los errores, aunque escueza. La responsabilidad que todos y cada uno de nosotros adquirimos cuando formamos parte de la Red. Y si debo elegir una palabra que resuma qué han significado para mí las Jornadas a nivel de contenido, ésta es coherencia.
Coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Somos profesionales de la efectividad personal, y así se trabaja en esta red llamada OPTIMA LAB, haciendo bien las cosas correctas. Y es que la mayoría de las empresas aún no se han enterado de lo que es la efectividad. Aunque como me dice siempre Paz, «si quieres equipos efectivos, empieza por tener personas efectivas».
Y para no alargarme en esta reflexión sobre qué me llevo en estas mis primeras Jornadas en OPTIMA LAB, mi conclusión personal es el sentimiento de pertenencia. Sentir que pertenezco a algo muy grande, algo que venía observando desde la barrera. Algo que he tocado con las manos nada más entrar en la Red.
Ser nodo significa que todos tenemos voz y nos tratamos de igual a igual. Por eso es que, coincidiendo las Jornadas con el inicio de las fiestas navideñas, me vienen a la cabeza las palabras del periodista Rubén Amón; habla «del trauma de ir a cenar con las mismas personas con las que trabajas». Salvo que seas un nodo de OPTIMA LAB, ahí lo dejo 😉
Y si a pesar de mi esfuerzo por describirte cómo han sido mis primeras Jornadas como nodo de OPTIMA LAB tienes dudas, aquí tienes un simpático vídeo con algunas de las imágenes de nuestra fotógrafa (y paciente) Iris que lo dice todo.
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